Nadie en quien creer
Por Daniel León
Si algo ha caracterizado esta pandemia es el hecho de que no
hay una información verídica, muchas veces se cataloga como ignorante o incluso
paranoica a la gente que realiza acciones cuestionables, y además llega a tener
ideas muy distopicas de lo que para nosotros en nuestro contexto podía ser un
buen manejo de esta crisis sanitaria.
Sin embargo, sí empatizamos un poco nos daremos cuenta que
no hay mucho de dónde tomar referente para una verdadera acción y reacción
social, desde gobiernos hasta los mismos científicos así como el periodismo y
los medios oficiales; y sobre todo pero más indignante aún las organizaciones
internacionales (ONU, OMS, etc.) han fallado terriblemente en la aclaración y
difusión de situaciones, dónde han fomentado una desinformación y crisis entre
las sociedad mundial.
Peor aún el fallo no es precisamente por la relativa
sorpresa del virus, en su mayoría esta falta de aclaraciones suele ser por intereses
meramente políticos o económicos.
En una época donde la desinformación es más fácil que nunca
en una crisis sanitaria global la falta de responsabilidad y liderazgo se puede
notar como un problema social que no habíamos tomado en cuenta ya de hace
varias décadas.
Hoy día la gente cree muchas cosas, desde mitos,
conspiraciones, rumores y hasta chismes; cosas qué estarían bien en la sección
de farándula, pero tristemente se encuentran en la portada de los diarios y lo
peor de todo es el hecho de que los números han pasado de ser una tragedia de
pérdida humana a simplemente una estadística.
Realmente es algo de lo que me di cuenta en esta pandemia. Es triste que tanta gente fallezca cada día y que aquellos en el poder, que juraron por Dios ayudarnos, no hagan nada. Pero peor mal me hace mantenerme con ese rencor. Y solo me reduzco en dar mi aporte en mi limitada comunidad.
ResponderEliminarPero nada cambia, otra vez.