¿COMO SE AUMENTA LA
EFECTIVIDAD DE LOS ALUMNOS EN LAS ESCUELAS?
por Daniel Alberto León Martínez
El día de hoy iba a hacer un ensayo más acerca del
libro “RESILIENCIA” del cual ya eh escrito anteriormente e iba a indagar en el
tema de la educación, sin embargo yo siento que en este tema también hay algo
de lo cual yo puedo aportar por lo que si bien, me basare en lo que viene en el
libro, este texto será más una opinión personal, sin más comencemos.
Desde que yo iba en primaria me percate que no podía
aprender de la misma forma que los demás, de hecho no hay un solo método de
aprendizaje en estudiantes que funcione de forma eficaz para todos, y siempre
que en el aula se abordaba ese tema se enfocaban en solo dos formas, lo visual
y lo práctico. Esto quiere decir que primero lo veías, lo digerías un poco y
luego lo aplicabas, pero siempre se veía desde un enfoque matemático, y está
bien pero al menos en materias como las ciencias naturales no siempre se retenía
el conocimiento de esta forma.
La forma de aprendizaje en la que yo obtenía más
beneficios era conversándolo con alguien o expresando diferentes puntos de
vista con compañeros, sin embargo siempre me topaba con una barrera la cual era
que en el salón debías de guardar silencio.
Esto fue una piedra en el zapato hasta que me
percate que eso no estaba bien, solo piénsenlo: en el salón de clases no puedes
hablar.
No solo eso
hay muchas cosas más que van haciendo de la escuela realmente algo parecido a una
prisión, es un encierro, es aburrido, prácticamente hay una imposición de actividades,
una cantidad enorme de tareas tediosas, eso solo por parte del maestro aún
falta agregar las malas instalaciones (al menos en la mayoría de escuelas públicas
de nivel básico en México), el Bullying, mala alimentación y problemas
familiares.
Todo esto va generando en los niños y adolescentes desde muy
temprana edad una cantidad enorme de estrés por lo que es muy común que desde educación
básica se ve muy grande el nivel de deserción, el poco ánimo y el bajo
rendimiento académico.
Yo soy de un pequeño pueblo llamado Calpulalpan en
el estado de Tlaxcala en México y recientemente fue muy popular la noticia de
un niño de secundaria que apuñalo con un cuchillo a su profesora y amenazo a
varios compañeros. A qué nivel de estrés estaba sometido ese muchacho como para
llegar a cometer un crimen de tal magnitud como el intento de asesinato, como
estudiante me tocó ver casos de verdadero odio a maestros, es más yo mismo
llegue a sentir mucho rencor con algunos maestros en mi vida estudiantil y aquí
es donde surge el primer conflicto.
Aldo Melillo señala: “Las escuelas deben volverse lugares donde los maestros y los alumnos
conviven, conversan y se divierten juntos, es obvio que los alumnos trabajaran
y harán más cosas para aquellos maestros que más quieren y en los que más
confianza tienen.”
Es necesario que los maestros entiendan que en sus
manos están alumnos capaces y eficaces siempre que sean bien guiados, que es
necesaria la creación de un vínculo para la mayor confianza y afecto entre
alumnos y estudiantes para que de esta forma la escuela sea un lugar donde se va a adquirir conocimientos y no se vaya
solo por compromiso. Es muy común eso de que los alumnos solo van a la
escuela a pasar y no a aprender realmente, lo que no está demás decir que es tristísimo
e inútil.
En cuanto a partes más directivas de las
instituciones educativas se necesita aumentar la verdadera confianza y apoyo a
todos los alumnos por igual. En mi vida estudiantil era costumbre que por cada
año escuchara al menos 5 o 6 veces discursos desalentadores por parte de
maestros y directivos para los alumnos donde se notaba vergüenza e incluso
indiferencia para el aprendizaje de los alumnos, tales como: “son el peor grupo”
“ustedes no tienen remedio” y la peor y que en lo personal siempre me molesto “aprendan
o no a mi igual me pagan”. Si los maestros no muestran confianza en los alumnos
¿cómo esperan que ellos lo hagan por si solos?
Realmente hay un impacto en la autoestima de los
estudiantes que depende y se ve afectada por la escuela. En cambio sí se
muestra un apoyo real y una confianza verdadera en los alumnos se pueden ver
resultados muy positivos tal como paso en algunas escuelas de Buenos Aires
donde fue aplicado un programa de motivación y disciplina en barrios marginados
donde no solo se vio un efecto positivo en el nivel académico, sino también en
lo deportivo, en los valores, en el cuidado de las instalaciones y en resolución
de problemas se mostraron resultados asombrosos, incluso el crimen alrededor de
la zona disminuyo en los adolescentes en un 85%.
Pero esto no solo es parte a la escuela, también los
padres necesitan un interés real en la educación de sus hijos, y cabe resaltar
que no es el castigo o aumentar el nivel de estrés de los chicos que ya de por
si es alto, es más realmente apoyar, y buscar soluciones que solventen la
capacidad del estudiante de crecer y superarse.
No solo es ir y aventar a los chicos a la escuela,
es prepararlos para que se vuelvan ciudadanos de bien, se vuelvan críticos y se
desempeñen a su máxima capacidad en la sociedad.
Bibliografía:
Melillo, A., Suárez Ojeda, E., & Grotberg, E. (2001). Resiliencia. Buenos Aires: Paidós.
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