COMO CUANDO ERAMOS NIÑOS...

COMO CUANDO ERAMOS NIÑOS...

por Daniel Alberto León Martínez



Porque no podemos ser como cuando eramos niños? Ya saben ser puros, poder disfrutar de cada momento, asombrarnos con lo básico, con lo cotidiano. Poder encontrar en cada cosa un mundo por descubrir, por observar.

Aldous Huxley menciona en su libro "las Puertas de Percepción" como los niños piensan de una forma muy diferente a los adultos, como con algo tan simple, como una caja por ejemplo, pueden soñar, imaginar y crear una completa maravilla de realidad, hacen de esa caja una nave, un automóvil, etc.

Este pensamiento se le llama pensamiento lateral y es la manera creativa de ver el mundo, de comprender las cosas, de moldear cada experiencia para poder interpretar o solucionar situaciones que de adultos nos acomplejan tanto.

Adultos, porque tienen que ser tan grises, tan secos, tan vacíos? En que parte de nuestra vida dejamos de pensar de forma lateral para siempre andar pensando en finanzas, negocios, estatus, aspecto, etc. En otras palabras en nuestros propios intereses.

Cuando eres niño no ves en otro niño una competencia o a un individuo a quien juzgar o quererle reprochar que sus pensamientos sean diferentes, simplemente ves a otro que es como tu, podrías ser tu. Ese individuo de ahí es tan similar a ti pero a la vez tan diferente que cuando eres niño no piensas en que te hará o que dirá de ti simplemente vas y lo conoces, quieres unirte a el.

Tal vez eso necesitamos, volver a actuar un poco como niños, y a dejar de estar pensando todo el tiempo en yo, yo, yo, yo, y tal vez así descubramos que aunque somos diferentes todos somos parte de lo mismo.

Estoy seguro de que la vida no solo es ganar dinero y comprar lo que nos venden a costa de otros porque todos somos parte de la misma conciencia humana experimentadose a si misma.

Algo que eh aprendido es que ninguno de nosotros podría ser nosotros si no hubieran mas individuos para los cuales existiéramos, nadie es autentico en realidad todos somos parte de todos.

Si tan solo le hiciéramos un poco mas de caso a los niños veríamos que ellos no pelean, o al menos si lo hacen, se reconcilian a los pocos minutos, no se estresan, nada es tan importante como para sacarse de quicio y sobre todo no intentan ser mejor o superar a los demás por que ellos saben que si no hay mas niños con los que puedan jugar no vale la pena tener los mejores juguetes del mundo.


Foto por Daniel Alberto León Martínez

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