LA
RESILIENCIA COMO PROCESO
En el área de intervención psicosocial, la
resiliencia intenta promover procesos que involucren al individuo y su ambiente
social ayudándolo a superar la adversidad, adaptarse a la sociedad y tener una
mejor calidad de vida.
Todo
esto a partir de análisis donde se observó en un grupo de niños que un porcentaje de los mismos eran “invulnerables”
a los problemas y los primeros estudio e investigaciones iban enfocados a como
se adquirían estas habilidades en el individuo, es por eso que la mayoría de
estudios son en niños, pues así se puede saber qué factores conllevan al
desarrollo de esta habilidad.
Los
primeros investigadores analizaron durante 32 años a los sujetos y encontraron
varios puntos para analizar desde temas como la autoestima hasta implicaciones
en el nivel socioeconómico o la influencia de la familia por lo que clasificaron los factores en tres
grupos:
1.
Atributos
individuales
2.
Aspectos
de familia
3.
Características
de los ambientes sociales
Después
llego la segunda generación de investigadores resaltada por Michael Rutter y Edith
Grotberg quienes formularon el concepto que se encuentra en el Proyecto
Internacional de Resiliencia (PIR). Ellos aclaran que se requieren
interacciones de factores resilientes provenientes de tres niveles diferentes:
1.
Soporte
social (yo tengo)
2.
Habilidades
(yo puedo)
3.
Fortaleza
interna (yo soy y yo estoy)
También
esta el modelo ecológico-transaccional donde el individuo se halla inmerso en
una ecología determinada por diferentes niveles que interactúan entre si
ejerciendo una influencia directa en el desarrollo humano, sus niveles son:
1.
Individual
2.
Familiar
3.
Comunitario
y vinculado a los servicios sociales
4.
Cultural
y vinculado a los valores sociales
El
sentido de clasificar los factores en los tres casos anteriores es para poder
ubicar de mejor manera las situaciones de interacción para poder progresar en teoría
e investigación.
CONCEPTO
En la última generación
se concibe el siguiente concepto:
“proceso dinámico que tiene
como resultado la adaptación positiva en contextos de gran adversidad”
Los componentes
de esenciales de la definición anterior son:
1. La noción de adversidad, trauma, riesgo o
amenaza al desarrollo humano.
2. La adaptación positiva o superación de la
adversidad.
3. El proceso que considera la dinámica entre
mecanismos emocionales, cognitivos y socioculturales que influyen sobre el
desarrollo humano.
CASOS Y MUESTRAS
DE LOS COMPONENTES DE LA RESILIENCIA
CASO1: el proyecto Kusisqa Wawa es un proyecto piloto que se
enfoca en la prevención de efectos negativos causados por el maltrato infantil
en niños y niñas menores de 6 años en el área andina rural del Perú. El plan
fue considerado novedoso pues tenía objetivos de resiliencia que promueven la
autoestima, creatividad, humor y la autonomía de niños además de trabajar con
familia, comunidad y organizaciones sociales.
Adversidad: Constelación
de muchos factores de riesgo, o una situación de vida especifica. Es importante
saber si se debe medir objetivamente o subjetivamente
a través de la percepción.
CASO2: el programa Kusisqa Wawa demostró que los niños se veían
afectados por las fuentes de adversidad como la pobreza, estrés postraumático producto
de la guerra política que vivieron en los ochenta y la falta de acceso a
servicios sociales como luz, agua potable , salud y transporte. La relación entre
estas variables de adversidad se observan en:
·
La aceptación de la violencia como estrategia para resolver
conflictos en el plano social y familiar.
·
La violencia política ha creado la disolución de redes de apoyo
y lugares comunes lo que provoca que el
maltrato infantil pase inadvertido
En el modelo de
la resiliencia ya no basta con identificar las variables de adversidad si no
que se debe analizar cómo estas interactúan y se relacionan para con lo que es
un riesgo social y una adaptación positiva.
Bibliografía:
Melillo, A., Suárez Ojeda, E., & Grotberg, E. (2001). Resiliencia. Buenos Aires: Paidós.
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